Septiembre 2016 - Aneto


Creo que no miento si digo que esta fue la ascensión más espectacular realizada por un servidor, no solo en 2016, sino en toda mi vida (hasta ahora), no es la montaña más alta e España (bueno, es la segunda), si es la más alta de los Pirineos, pero sin duda, es la más difícil e impresionante que he realizado.

El desnivel acumulado, salir a horas muy tempranas con necesidad de frontal, no tener camino a seguir, sino que hay que ir de piedra en piedra DURANTE TODO EL CAMINO, a excepción del glaciar, el propio glaciar en si que obliga a equiparse adecuadamente, llegar al PASO DE MAHOMA y tener tiempo de pensar si podré hacerlo o no, la cima, ... todo esto lo hizo impresionante, algo que no olvido de mi retina.

La ruta la hice con otras 5 personas más el guía, organizado todo por Guías Boira, debo decir que el guía que nos tocó fue muy profesional, en todo momento nos dio la confianza para hacer la ruta agradable y sin miedos.

El problema de estas rutas es que se hace muy largas, y tienes que pensar más en terminarla que otra cosa, pues son frecuentes las tormentas en la zona, y hay que ir mirando constantemente como están las nubes, hacia donde sopla el viento, con el objetivo de medir bien los tiempos y poder llegar abajo con garantías, y en nuestro caso, el inicio de la subida nos hacia presagiar que posiblemente tendríamos tormentas, porque había nubes acechando, aunque finalmente nos respetó el día y fue espectacular de principio a fin.

Ya a las cinco de la mañana estábamos el grupo en Benasque para coger los coches hasta el aparcamiento cerca de Hospital de Benasque, donde cogeremos el autobús a La Besurta, nuestro punto de partida a patita, de allí subiremos en noche cerrada y con la ayuda de nuestras diminutas luces hasta el refugio de La Renclusa, donde recogeríamos a los dos últimos integrantes del grupo para iniciar ya la subida por el predegal hacia el Aneto.

Subiendo, y subiendo, y volviendo a subir, se nos hizo de día, hasta entonces no habíamos podido ver realmente por donde iba la subida, aunque yo la había visto el día anterior al haber realizado una ruta que pasaba por La Renclusa, la subida era impresionante, larga y cansada, sin camino, de bloque en bloque y tiro porque me toca, me encantó, a mi el tema piedras es algo que me encanta y lo prefiero antes que caminar, pero claro, tanto tiempo acaba cansando a todo el mundo, se hizo largo.

La subida acaba en el Portillón, que separa la subida desde La Renclusa de la vista del Aneto y su glaciar, la foto de arriba, cuando llegamos allí, con el Sol recién salido, brillando sobre el glaciar e iluminando nuestro destino, pudimos sentir algo que no habíamos sentido nunca, fue emocionante, para no olvidar nunca, os lo aseguro.

Sin pausa alguna, excepto para disparar la máquina de fotos varias veces, seguimos camino bordeando el glaciar para intentar calzar los crampones cuanto más tarde mejor, finalmente hay que atacar el glaciar, el cual está muy disminuido según nos indicó el guía, y empezar a subir en zig zag hasta llegar a la falda de Aneto y ante cima, debo decir que se me dio muy bien la marcha con crampones, en todo momento noté seguridad, algo nuevo para mi que me tenía con ese puntito de intranquilidad que siempre hay que tener en cualquier cosa que afrontamos.

El glaciar no tiene dificultad alguna, aunque la inclinación que tomó al final del todo, justo antes de llegar a la ante cima, hizo que mirar hacia abajo se convirtiera en toda una experiencia y se te encogiera el alma, pasé miedo, soy sincero, pero había que seguir, el punto de no retorno hacia tiempo que lo habíamos dejado atrás.

Tras pasar el glaciar quedaba una zona de bloques final en ascensión fuerte hasta llegar justo a la ante cima, donde lo único que nos separaba del mojón, de la cruz y de la virgen, es el PASO DE MAHOMA, al cual hay que tener un respecto enorme, es raro el año que no hay accidentes con consecuencias que no voy a mencionar aquí, las caídas que tiene hacia ambos lados son mortales, el vértigo que se puede sentir es notable, y aquí debo decir que el guía nos infundó esa confianza que nos hacía falta, nos ató bien, nos dirigió y proporcionó las instrucciones necesarias para pasarlo sin problema ninguno, fue una maravilla.

Ya en la cima, lo único que puedo reprochar, fue el poco tiempo que tuvimos para disfrutarlo, ir en el segundo grupo de subida (subimos de tres en tres con el guía) hizo que estuviéramos poquito tiempo arriba, pues subimos los últimos y bajamos los primeros para evitar tener que encordar de nuevo, es evidente que comprendo las prisas por llegar y empezar a bajar, nunca se sabe cuando puede llegar la tormenta, y nos debe pillar fuera del glaciar si es posible, al final nunca llegó.

La bajada fue mucho más rápida, tras atravesar el glaciar paramos a comer algo rápido y bajamos por otro lado hacia La Besurta, cogimos camino del Forau de Aiguallut, sitio increíble que había visitado el día anterior, cruzamos el río descalzos, algo que nos vino a todos muy bien para descansar los pies, el agua congelada, como es normal, pues toda ese agua viene del glaciar del Aneto.

Tras un rato caminando estábamos ya en La Besurta esperando el autobús de vuelta. De todo el grupo, con quien pasé un gran día, debo decir que entablé amistad vía Facebook con dos de ellos, con los que a día de hoy seguimos viéndonos en la distancia con nuestras hazañas...

Como decía, algo que hay que hacer en esta vida, sin duda, todo aquel amante de la montaña no puede dejar de subir al Aneto, ahora quiero hacerlo en invierto, con nieve, realmente más sencillo según me cuenta todo el mundo.























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